Editorial

Sólo tenemos seguro lo que está asegurado.

Decirlo así puede parecer una perogrullada, pero no lo es. Los seguros son algo importante, muy importante para la sociedad,  aunque en algunas ocasiones hemos llegado a frivolizar sobre ellos, sobre lo que representan , sobre la concepción que socialmente de ellos se tiene.

Todos recordamos alguna serie de televisión o película en la que un tipo “plasta” y cansino, un agente de seguros,  da “la chapa” de forma insolente a todo el que tiene a tiro. Afortunadamente esto no es así, tan sólo es un estereotipo producto de la transición cultural de una sociedad que avanza y se desarrolla. El desarrollo de la cultura aseguradora y la penetración del seguro en la sociedad es un indicador de referencia que  muestra el crecimiento económico y social de los pueblos.

El seguro ha acompañado al desarrollo de las civilizaciones. Griegos, romanos, babilonios e hindúes efectuaban contratos a la gruesa para financiar pérdidas a consecuencia de lo imprevisto. En la edad media las instituciones religiosas colectaban y repartían fondos entre sus miembros en caso de muerte de alguno de ellos. Qué decir de la taberna de Edward Lloyd en Londres, cuna del seguro moderno,  y lo que a finales del siglo XVII supuso para el desarrollo del comercio mundial.  La búsqueda por proteger los intereses individuales de las personas y los del conjunto de la sociedad ha sido una labor continuada a lo largo de la historia que ha contribuido al desarrollo y progreso de esta. El seguro, como institución,  es una de las piezas claves en el desarrollo de la sociedad desde una óptica global y transversal a lo largo de la historia, y hoy en día también juega un importante papel en las economías de los estados como instrumento financiero para la canalización del ahorro y la inversión institucional.

En la actualidad el seguro en España representa un 5 % del volumen de nuestra  economía(PIB), es decir, la industria aseguradora española mueve unos 56.000 millones de euros, una cifra nada despreciable, pero aún un poco alejada de lo que el seguro representa en economías de nuestro entorno en la UE como Francia 9%  o Alemania  7% , o en el mismo Reino Unido, 11% , cuna del seguro moderno.

Las distintas compañías que conforman la industria aseguradora española ponen “el producto asegurador” a disposición de los ciudadanos, empresas e instituciones a través de distintos canales de comercialización (agentes, corredores, bancos, grandes superficies, venta directa, internet, …). A esto se le llama multicanalidad.

El seguro es un producto complejo para el consumidor. Con carácter general, se basa en un contrato (póliza) , por el que el asegurado paga un precio (prima) a cambio de “la promesa” de recibir del asegurador (compañía) una prestación (indemnización) llegado el caso de producirse un hecho perjudicial para sus intereses (siniestro). Créanme, no hay seguro sencillo, y “esa promesa” en algunas ocasiones se convierte un elemento de interpretación, discusión, desilusión, frustración, … ; y por eso,  elegir bien el canal a través de cual encontraremos el seguro que mejor se adapta a nuestras necesidades es una cuestión muy importante. Mucho.

Tengo un amigo (y esto es algo muy reciente y real)  al que le costó mucho esfuerzo construir su casa, la cual financió mediante un crédito hipotecario en cuyo pack  venía el seguro. La casa se incendió:  Discusión, desilusión y frustración . Sin más detalles.

A la hora de contratar un seguro, tanto en el ámbito personal como empresarial,  es muy importante estar bien asesorado y aconsejado,  porque los seguros, reitero, son complejos, sin excepción. Vivimos un momento en el que el precio gobierna muchas decisiones de compra, pero la realidad es que el precio tan sólo es un factor más. Y si en verdad es cierto que comprar a buen precio interesa, también lo es el que algunas veces lo barato sale caro,  y eso ya no interesa tanto.

De los distintos canales a través de los cuales es posible suscribir un seguro, el corredor de seguros es la mejor opción. No tengo la menor duda. El corredor de seguros es un profesional independiente, es decir, no esta ligado a ninguna aseguradora en concreto, es un experto titulado en la actividad aseguradora que aconseja en esa difícil tarea de interpretar las necesidades del cliente y encontrar el equilibrio entre la calidad del producto y el precio adecuado,  todo ello de una forma objetiva, y además acompañarle asesorándole durante la vida de la póliza  y prestándole apoyo cuando se produce el no deseado momento de la ocurrencia del siniestro. La figura del corredor aporta valor profesional al seguro contribuyendo a que este sea eficaz. Y esto sí interesa.

Permítanme matizar lo dicho al inicio.  Sólo tenemos seguro lo que está asegurado, si está bien asegurado.

Ténganlo por seguro.

Higinio Iglesias

 

Firma

Higinio Iglesias
Corredor de Seguros

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